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El
primer contenido teórico desarrollado por José Juan Verón Lassa, profesor
universitario de periodismo, puso de manifiesto la importancia adquirida por la
fotografía en la interpretación de los acontecimientos históricos, incluso en
situaciones en las que no era esta la intención del fotógrafo. De esta forma
algunas fotos trascienden de su tiempo y toman otros valores en el presente.
Hine se refería así sobre la fotografía: “el
documento humano que siempre mantendrá el presente y el futuro en contacto con
el pasado”. Un repaso por la
historia de la fotografía nos conduce a enlazar el documento informativo con la
posibilidad de crear obras de arte sin
perder el objetivo pincipal: Comunicar. Para terminar su intervención José J. proyectó
las fotografías tomadas durante un viaje a Perú como ejemplo claro de que unas
imágenes tomadas en vacaciones, fuera del ámbito profesional, pueden ser un
documento que ayuda a explorar otro país u otra cultura.
La
segunda charla se centró en los aspectos más creativos de la fotografía
etnográfica. José Verón fotógrafo acreditado a nivel nacional e internacional, además
de un gran poeta, mostró a través de sus obras la manera en que una imagen
puede convertirse en obra de arte para reforzar la comunicación. Con un breve
repaso a las normas básicas y la conveniencia de aplicarlas sin cerrarse a transgredirlas, si la
situación así lo requiere, fue presentando algunas claves para obtener esa
imagen que buscamos: la adecuada combinación de luces, colores y sombras, la selección
del encuadre y el punto de vista correctos, cuando se trata de costumbres o
tradiciones saber algo más sobre ellas si se desarrollan con poca luz o a pleno
sol, etc. Dicen de la fotografía que es escribir con la luz, en las fotografías
de Verón podemos leer magníficos poemas, como los que él, también, escribe con
la palabra.
Voy a citar al propio José Verón:
Recordemos
que Antonio Machado decía de la poesía que era “palabra en el tiempo”. Y
Octavio Paz definía la fotografía como “imágenes en el tiempo”. Esta gozosa
coincidencia sugiere que las dos formas expresivas nos sitúan con nuestros
sentimientos, en el raudal de las horas y los días, como si el tiempo fuera el
verdadero territorio que habitamos.
Por la tarde se realizó un paseo
fotográfico por las calles de Daroca acompañados por los dos José Verón, que
atendieron cuestiones más prácticas de la toma de imágenes.



